lunes, 8 de octubre de 2007

Mensaje para los adultos (para los profesores y por qué no a los padres).


Un señor maduro con una oreja verde.

Un día, en el expreso Soria-Monteverde,

vi subir a un hombre con una oreja verde.

Ya joven no era, sino maduro parecía,

salvo la oreja, que verde seguía.

Me cambié de sitio para estar a su lado

y observar el fenómeno bien mirado.

Le dije: Señor, usted tiene ya cierta edad;

dígame, esa oreja verde, ¿le es de alguna utilidad?

Me contestó amablemente: Yo ya soy persona vieja,

pues de joven sólo tengo esta oreja.

Es una oreja de niño que me sirve para oír

cosas que los adultos nunca se paran a sentir:

oigo lo que los árboles dicen, lo que los pájaros cantan,

las piedras, los ríos y las nubes que pasan.

Así habló el señor de la oreja verde

aquel día, en el expreso Soria-Monteverde

Gianni Rodari

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